Esta semana Dodekachordon recibe a uno de los violinistas jóvenes que ha trabajado lo mismo el estilo clásico que el históricamente informado: el italiano, Roberto Noferini.

Miembro fundador del SchuberTrio desde 2000 (con Andrea Noferini al violonchelo y Giulio Giurato al piano) actúa en numerosos conciertos de cámara, recibiendo elogios unánimes. Considerado por numerosos críticos como uno de los violinistas más brillantes de su generación, ha tocado como solista algunos de los principales conciertos para violín (Bach, Locatelli, Vivaldi, Pugnani, Mozart, Paganini, Beethoven, Mendelssohn, Schnittke) y colabora en orquestas de cámara o conjuntos al lado de figuras como: Bruno Canino, Alessandro Specchi, Denis Zardi, Salvatore Accardo, Massimo Quarta, Isabelle Faust, Cristiano Rossi, Bruno Giuranna, Sylvie Gazeau, Anthony Pay, Donato D'Antonio, Luca Rasca, Emanuele Segre o Giampaolo Bandini.

Roberto Noferini se dedica con atención al repertorio contemporáneo y ha trabajado con Luciano Berio, Salvatore Sciarrino, Goffredo Petrassi, Niccolò Castiglioni, Giacomo Manzoni o Bruno Bettinelli. Su versatilidad le ha llevado también a interpretar piezas solistas alternando con lecturas de poesía recitadas por Paola Gassman, Arnoldo Foà, Ugo Pagliai, Giancarlo Giannini y Ottavia Piccolo.

Roberto Noferini recibió el honor de Caballero de la Orden de Santa Ágata por parte de la República de San Marino por sus altos méritos artísticos y culturales. Toca un violín Giuseppe Scarampella ex-Bazzini de 1865 y para el repertorio barroco con un Don Nicola Amati de 1732.

Deleitémonos con el trabajo depurado, brillante y expresivo del gran Roberto Noferini.

Esta semana Dodekachordon recibe a una de las artistas más diversas y personales del movimiento históricamente informado, la clavecinista rumana: Cipriana Smărandescu.

Ha actuado en Italia, España, Francia, Suiza, Austria, Bélgica, Alemania y Rumania, en espacios como: Auditorium Parco della Musica, Oratorio del Gonfalone, Urbino Musica Antica, Accademia di Rumania, Pietà de Turchini, Festival dei Due Mondi, Cantiere Internazionale d' Arte de Montepulciano, Festival Bach de Florencia, Festival Wanda Landowska, Festival “Timeless Notes”, Real Acàdemia de San Fernando, Musique Ancienne a Saint Paul, Accademia Mozarteum, Radiodifusión rumana de Bucarest, Filarmónica “G. Enescu”, Festival de Música Antigua Miercurea Ciuc, Festival “La Stravaganza”.

Ha realizado grabaciones para RTV Rumena, Radio Vaticano, Sarx Records, Aliusmodum Records. Como solista ha grabado dos discos compactos: “Invenzioni, Sinfonie e Sei Piccoli Preludi” de JS Bach (2009) y “Notenbüchlein für Anna Magdalena Bach”, junto al barítono Furio Zanasi (2015).

Junto con Andrea Riderelli, fundó tanto el conjunto barroco "Aliusmodum" como la "Aliusmodum Youth Harpsichord Academy", dedicada al estudio del clavecín para jóvenes.

Imparte clases en Roma y en diversas masterclasses (Orte, Saracinesco, Anguillara, Sassari, Roma y UrbinoMusicaGiovani), formando parte del jurado de diversos concursos internacionales de clavecín

Disfrutemos del trabajo depurado y profundo de la gran Cipriana Smarandescu.

Esta semana Dodekachordon rinde homenaje a uno de los pilares del movimiento históricamente informado, el eminente cellista y violagambista belga: Wieland Kuijken.

Su carrera musical profesional comenzó en 1952 al lado del "Bruselas Alariusensemble", del cual formó parte hasta 1972. Por el contrario, trabajó con el Ensemble Musique Nouvelle, que propagó la música contemporánea en toda Europa.

En 1972 creó al lado de sus hermanos el conjunto La Petite Bande y más tarde el "Kuijken Strijkkwartet", dedicado a ese repertorio. Wieland grabó numerosas obras de música de cámara al lado de Gustav Leonhardt, Frans Brüggen y Alfred Deller. Hoy en día es uno de los intérpretes de música antigua más cotizados de su generación en el violonchelo barroco y la viola da gamba.

Su vena formativa la desarrolla en los Conservatorios de Bruselas y La Haya, además de ser miembro del jurado regular de concursos internacionales.

Deleitémonos con la sapiencia, maestría y estética del gran maestro del arco, Wieland Kuijken.